La presente ley tiene por objeto realizar modificaciones y adiciones a la Ley 388 de 1997 con el fin de incorporar la noción de vidas urbanas como una dimensión organizadora de las politices públicas, los instrumentos de planificación y las decisiones sobre el ordenamiento territorial urbano. Esta categoría reconoce el conjunto de relaciones sociales, ambientales, culturales, económicas y políticas que configuran la vida en el espacio urbano, y orienta la formulación e implementación de planes, programas y acciones que promuevan entornos urbanos dignos, sostenibles, inclusivos, democráticos, diversos y resilientes. Las disposiciones de esta ley integran los principios y estándares internacionales de desarrollo urbano sostenible, especialmente aquellos derivados de la Nueva Agenda Urbana, y permiten operativizar en el marco jurídico interno los contenidos sustantivos del derecho a habitar, transformar, ocupar y gobernar las ciudades de manera colectiva.