El proyecto de ley propone declarar el 18 de agosto como el Día Nacional de la Memoria del Insilio, con el fin de reconocer simbólica y pedagógicamente a las víctimas del conflicto armado colombiano que, sin haber salido del país, sufrieron afectaciones profundas e invisibilizadas como el silenciamiento, el aislamiento social, la ruptura familiar y el desarraigo, debido a la guerra y al exilio forzado de sus seres queridos. Esta iniciativa amplía la noción tradicional de victimización al incluir daños psicológicos y sociales no físicos, promoviendo una reparación integral y una comprensión más completa del impacto del conflicto, en línea con los principios de justicia transicional.