Por medio de la cual se modifica la Ley 30 de 1986 y se dictan otras disposiciones sobre tierras cultivadas con coca y amapola.

El problema de las drogas ilícitas es de carácter global y en esa medida presenta múltiples facetas, muchas de ellas no susceptibles de ser corregidas desde las políticas nacionales. Este es un hecho de necesario reconocimiento si se quiere proponer algún cambio o reforma en materia jurídica o política a las estrategias de lucha contra el fenómeno. El proyecto que sustenta esta exposición de motivos, consciente de la complejidad del tema, no pretende brindar una solución al problema de la droga, ni entrar en el debate entre legalización y prohibición, busca ante todo modificar de manera puntual aspectos específicos de la actual política antidrogas, de manera que la misma resulte menos nociva y más productiva y eficaz en su objeto de control de las drogas ilícitas.