Redelimitar las Reservas Forestales establecidas por la Ley 2ª de 1959, excluyendo de manera definitiva las áreas clasificadas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible como Zonas Tipo B y C, y conservando únicamente aquellas catalogadas como Zonas Tipo A. Estas zonas garantizan procesos ecológicos esenciales para la provisión de servicios ecosistémicos como la regulación hídrica y climática, la protección del suelo, la asimilación de contaminantes, la conservación de paisajes y patrimonio cultural, y el soporte a la biodiversidad. Todas las reservas se consideran de carácter productor.